Hay como una lenta orquestación en todo lo que ha sucedido a través de estos años con relación al destino que se quisiera de Pemex, la cual no se puede dejar de apercibir. Las voluntades se manifiestan de múltiples formas. Lo del robo de gasolina, lo de las explosiones de ductos, no es gratuito, y eso de que el Ejercito Popular Revolucionario se adjudica esto último, tendría por último que probarse, amén de que es de todos sabido que en este país se compran voluntades tan fácilmente y se les enfila como nubecitas cargadas al objetivo en cuestión que bien pueden estar detrás de todo el dichoso asunto tanto hombres que están en el orden público como en el sector privado, y que éstos a su vez obedezcan a intereses de unos cuantos o extranjeros . Sí, nada es gratuito.