Q.E. P. D., tía Mago. Llevo conmigo tus palabras cuando te hablé por teléfono hace unos meses, por la muerte de tu esposo. Sí, la soledad puede ser a veces mala consejera. Pero estés donde estés, tía, espero que por allá encuentres esa paz que ilumine tu ser.
No comments:
Post a Comment