No olvidaré agosto. Fallecieron una tía y el hermano de una amiga. Agosto y las noticias de locura en Afganistán. La saña en los asesinatos del crimen organizado, en los crímenes de odio, aquí en nuestro país. Pareciera que se desatara la locura en distintos órdenes.

Cuando me habló mi mamá sobre el inminente paso en la región del huracán Grace el 21 de agosto, me lancé  a Álamo. Pasaron muchas cosas.Vientos huracanados y horas después la inundación, todo en medio de una pandemia. Desde Tampico, Chucho y Carmen nos pasaron el reporte de las categorías. Sólo sé que por más cultura tengamos de algo, nunca se está del todo preparado para tomar decisiones, al cumplir un deber siempre se dejan daños colaterales, no hay marcha atrás; sí, se cumple pero el corazón queda maltrecho, y un "lo siento", no arregla nada. Prometí a mi mamá volver en octubre para otra buena friega. Esta vez pintar con la brocha gorda.

Pasan de las ocho de la noche y llueve; afuera llegan unos señores con marimba y tocan "La bruja",  y a la puerta del zaguán para la cooperación. Luego, Canción mixteca. Dejo esto.