Hay días de lluvia, de truenos y relámpagos, que en medio de la rutina se pierden entre tantos. Pasa la tormenta, y se ve la noche estrellada, acompañada de sonidos y olores de las ocho de la noche, risitas de adolescentes, pan quemado con mantequilla, motores de vehículos, café de olla, gritos de niños, y los sentidos recobran jirones de recuerdos extraviados, que se quedan en eso, mientras otras cosas reclaman atención.
No comments:
Post a Comment