¡Qué frío! Y tener que lavar trastes. Claro que acompañada de música cualquier actividad se me hace ligera. Este texto lo estoy construyendo mientras plancho, y necesito escuchar música. La busco. Hace un rato escuchaba la radio, pero comenzó la Hora Nacional. Ellos tienen gripe, no hay nada que me irrite más los nervios; ahora entiendo a mi mamá cuando hacía lo que podía para aliviar nuestros malestares, pasar una noche con las narices tapadas es de lo más incómodo. Se escucha el pregón del que vende tamales, hoy pasó más temprano, por lo regular pasa luego de la medianoche. Ayer, luego de una siesta reparadora, fui al centro a comprar unas cosas que necesitaba. A pesar del frío intenso había movimiento y lucía en las calles esa belleza que a veces me inunda, cuando sucede así me gustaría permanecer más tiempo y perderme como antes entre sus callejuelas, cosa que sigo a veces haciendo pero tengo para ello que organizarme. Me gusta observar a las parejas, su abandono, tengo la imagen de una, en pleno invierno, la neblina abrazándolos, bajo la luz del farol, por la callejuela que desemboca en Chedrahui, y ellos como si nada, absortos en su universo donde nadie más existe, como para postal. Ayer, se me quedó grabado el rostro de una mujer sonriendo, en un instante pleno para ella, al menos eso parecía, iba con su novio por Clavijero, se le colgaba del brazo. Son instantáneas. Estoy secando unas camisas de la escuela. Nunca he podido planchar los tablones de las faldas como se debe. ¿ Por qué no encuentro la función "justificar" en el blog? Dejo esto.