Duro fin de semana en cuanto a la salud. Visita al Seguro, desmañanarse para los análisis. De la angustia por esto ni hablar. Trato de abordar todos los frentes, pero eso es una tarea casi imposible, y "nene yo no soy un superhéroe", aunque justo es decir que no suelen dejarme sola, eso está más que claro, no podría imaginar lo contrario. Afortunadamente tengo intersticios.

Ayer estuve borroneando unos puntos de la historia de la cuartería, mientras tomaba mi café y escribía, miraba de cuando en cuando a una señora en la mesa de enfrente que estaba contando una situación a un joven, ella era maestra y él alumno, ella estaba corrigiendo unos trabajos, pero se veía que le costaba trabajo esto, pues su situación por lo visto era aguda, y creo que el estar contando a otro su problema era una manera de tratar de ver las cosas en claro y tomar una decisión. Mi café lo pedí de doble carga y estaba muy rico. Tracé situaciones para empujar la escritura, pero aún ignoro cuál va a ser el nudo.El joven la escuchó pacientemente hasta que ella le puso fin a la historia, y luego se despidió. La maestra se quedó sola con sus borradores y claro, con su problema por resolver. Miré mi reloj y yo también me fui con mi historia por resolver.