A 50 años de su publicación, Piedra de Sol es un monumento admirable, un árbol que destaca de la arboleda literaria, fuente inagotable de lectura. Nada petrifica a un poema sino el no encontrar lectores, y este poema de Paz ha sido leído-vivido por varias generaciones; moriremos y ahí estarán para otros esos versos que enlazan:

Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre: