Wednesday, April 04, 2007

Ok., Jacinta, después de esa llamada que te hice el lunes y que te quitó el sueño o al menos ya no dormiste con calma, tienes todo el derecho del mundo de mandarme por un tubo y venir a Xalapa, no por mí sino por la beba; de hacerle caso a mi querida hermana que te dijo con acierto, "no le hagas caso a tu hija, está loca, tú ve". Me dijiste además que sería bueno que me una al club de nuestros vecinos allá en Alamo- quienes del 100% de su exposición un 90% son reverendas tonterías y majaderías, y escuchándolos bien no muestran nunca arrepentimiento-, en lo que coincido también, a veces he deseado escucharlos desde su espacio y no desde la incómoda ventana donde me han dado ganas de decirles que hablen más alto pues no se escucha bien, sólo que me falta lo principal para unirme a ellos, ser alcóholica, aunque claro, mi papá no lo era y me llevaba cuando era niña a los AA que estaban en el centro, pero no, nunca me he perdido en el alcohol y en las drogas -nunca le he encontrado el chiste a tomar algo para idiotizarme y evadirme; con la misma realidad me idiotizo y basta escuchar las noticias en la televisión para evadirla- cosa que quizá nunca experimente, aunque no es bueno decir de esta agua nunca beberé. Por otro lado, creo que me aburriría de lo lindo o sería demasiado para mí si me uno a un grupo de neuróticos ánonimos, preferible seguir escribiendo desde este registro público y no pagar consultas o decir, "hola, soy uno de los suyos", y no estar a la altura de ellos y contarles algo bueno, algo realmente bueno. Porque lo mío se trataba simplemente de que no quería que estuvieras expuesta a mis demonios en estos días, Jacinta, en eso soy muy parecida a ti, que cuando estás de mal humor de repente te desapareces y es por esa en apariencia sinrazón, para no exponer a los demás. Vale más caminar por ahí sin dirección, vale más hacer deporte, que dañar con las palabras a los que te quieren. Porque después viene la calma, el asentamiento, no la resignación, que es muy diferente.
Ven, mamá - que como quieras ibas a venir Jacintoi, ¡te conozco mosco, madre mía!- Adriana y todos aquí te esperamos; ya se siente mucho mejor tu hija, no le pidas tanto, la cordura, lo que se dice cordura no se recobra, es más ¿existe?, pero ya estoy de nuevo en mi "órbita". Y que esto quede como registro antes que negarlo o tratar inútilmente de borrarlo en el disco duro.

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Tomado de: La Jornada, 24 de septiembre de 2024. https://www.jornada.com.mx/2024/09/24/opinion/015a2pol   Ayotzinapa: 10 años sin verdad y ...