Autobloqueada, desinflada... ¿Qué día es?, si lo sé es porque me dijo mi tía por messenger que hoy ya está libre para estar con sus niños. Es uno de esos días en que quisiera desvanecerme, lo duro del asunto es que no puedo o mejor dicho no debo. Lo que más o menos me trajo de vuelta fue la inyección de Madame y el que mi tía me platicara del diario de mi abuelo que luego comentaré con más calma, un proyecto ambicioso, al menos hasta ahora para las Torres. Por lo que aprovecho abuelo, estés donde estés, para decirte que me siento muy avergozada, esta nieta tuya que apenas conociste después de una revuelta con tantito se desinfla - aclaro aquí que no por cualquier cosa, una tiene su orgullo "pendejo", ¿verdad, tía Rocío? El talón de Aquiles no era su único punto vulnerable, pues qué habría sido de la Iliada sin su famoso estallamiento de cólera-; esto no es estacionario ¿sabes?, y qué mejor que recordarte a través de esas pocas imágenes que he rescatado de ti, a través de las imágenes de los otros que tan bien te conocieron, y por tus palabras, abuelo, para tratar de reanimarme, al saber que por mis venas corre tu sangre, que lo ancho de mis huesos te lo debo un poco a ti, y que esta necesidad de escribir tampoco fue gratuita, porque ya antes tú la sentiste al plasmar tus memorias. Por eso abuelo y por los hombres y mujeres que formaste, por ese trabajo tuyo que espero no echar por la borda por algo que tomando perspectiva, es mínimo como para no enfrentarme a ello y a más, miro hacia adelante.