Monday, March 26, 2007

Leí un artículo publicado ayer en la página cultural del Diario de Xalapa, titulado "Advocacy vs journalism in the internet age", http://www.oem.com.mx/diariodexalapa/notas/n217181.htm, y cuyo autor es Jay Bildstein.
El estadounidense señala que antes uno sabía cuándo estaba frente a una noticia o no- del periódico, televisión...-; sabía plenamente diferenciarla de un editorial, de una mera opinión. Pero las cosas han cambiado con el internet. Y expone la noción de "citizen journalism" como "the idea that the every person, not necessarily a professional journalist, may report on thing taking places in the world around them", idea que 20 años atrás, dice, no habría sido tan atractiva.
Y aunque aclara que no es de ningún modo enemigo del "periodismo ciudadano", escribe que los más de los reportes proporcionados por "el reportero ciudadano", gente con blogs, etc-, corresponde a un trabajo que es ineditable, que "Raw streamig information to the public is valuable, yet the editorial process which should encompass fact checking, is something that is invaluable when we look for reliable information."
Respecto a los reporteros ciudadanos se hace las siguientes preguntas: "Do they have an ulterior motive? Are the simply "reporting"or are they trying to convince us of something? Do they differentiate between what they report and what their opinion is? Do they cite ancillary sources of information to buttress what they are relaying? Do they have a track a record off "getting the story right?"
El fenómeno de los blogs ha crecido y las cuestiones alrededor de esto igual se multiplican. Con la democratización de la información, podemos ver que ahora los periódicos tienen su propio blog donde sus reporteros y editorialistas administran a su vez una bitácora, casi siempre reproduciendo artículos que han publicado en aquel medio.
Pero reportar es sólo uno de los múltiples usos que se le puede dar al blog. Ya se sabe que para redactar una noticia se tiene que ser preciso, veraz y objetivo, en la narración o relato de los hechos. Y lo cierto es que en los blogs de este tipo, no vamos a encontrarnos estrictamente con un reportaje objetivo- para ello, qué mejor que el texto sea publicado en un periódico- , puede ser mixto, donde aparte de la información haya comentarios, reflexiones, juicios.
La noticia- "un acontecimiento de actualidad y de interés público"- en los blogs, aunque se vuelve, bastando un clic, pública, no es siempre de interés público: ¿A quién le interesa saber que una foto de fulanita de tal desnuda en el baño haya sido puesta en circulación en la red por sus traviesos compañeros?, pues al salón, al plantel educativo- y la morbosa noticia se extiende más a medida que se pasen de celular a celular la dichosa foto-. Quizá esto interese también como un registro de cómo andan las cosas entre la actual juventud.
En Francia, cuando se registró la violencia en los suburbios franceses, al margen de los medios de comunicación que reportaban los hechos, fue la blogosfera francesa la que minuto a minuto hizo un interesante registro de los hechos -cien pares de ojos son mejor que seis, por decirlo de alguna forma; frente a un hecho la perspectiva cobra relieve, por más objetivo que se busque ser-, además de reflexionar sobre las causas como la marginación de los inmigrantes, la profunda desigualdad de las clases sociales..., y mucha gente prefirió en esos días informarse de lo que estaba sucediendo realmente a través de los blogs. El gobierno francés pidió entonces que se cerraran ciertos blogs que incitaban a la violencia.
Apenas el año pasado China permitió el acceso a los blogs, pero de qué sirve si coarta la libertad de expresión de aquellos que se atreven a disentir de su política gubernamental. Qué temen los gobiernos ante el uso de la libertad de expresión del ciudadano.
Abrir un blog es demasiado fácil; sólo bastan tres pasos. No así administrarlo: actualizar, organizar, estructurar... Es también sencillo el procedimiento para publicar un texto, uno es el editor, se da clic a crear entrada, lo demás depende de cada bloguero, de su capacidad, de sus motivos, de sus lecturas, de sus vivencias... Se arma el texto, se corrige, se dan los últimos toques y se da clic en publicar, eso es todo, y no hay consejo editorial a su espalda que le advierta antes de dar ese paso, que el texto es un bodrio, que su texto sólo contribuiría a la contaminación del espacio virtual como muchos satélites en el espacio. Y aunque es muy cierto lo que señala Bildstein, acerca de que muchos reportes de la blogósfera, serían impublicables, también lo es de que un lector avezado sabe distinguir entre géneros, sondear perspectivas, beber de fuentes indirectas, por lo que hay, en este caso, una corresponsabilidad entre el "citizen journalist" y el lector. Nula pasividad.

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Tomado de: La Jornada, 24 de septiembre de 2024. https://www.jornada.com.mx/2024/09/24/opinion/015a2pol   Ayotzinapa: 10 años sin verdad y ...