Domingo de limpieza, de parque- fut, tierra, sirenas, resbaladilla, varas, arena, berrinche-, de mercadito, de ir a Zafra a dejar películas-Jarmusch y Ed Wood- y de paso comprar un café y beberlo mientras atravieso el parque a una hora en que reinan los globos, payasos y risas infantiles, bajar luego las escaleras, olor a hot cakes, y sin pensarlo mucho, entrar a la Pinacoteca y ver la exposición de Pedro Trueba, donde los azules y rojos vibran: representación del reflejo en movimiento. Como dice el pintor, puede llevar más tiempo el proceso mental de conceptualizar que el de plasmar lo concebido en un lienzo. Me gustaron el tríptico, las 7 palmeras, las cercas y el infinito cielo azulado y grisáceo. Si tuviera como alrededor de doscientos mil pesos libres, me los llevaría a casa, como no los tengo, trataré de guardar la esencia.