Mañana conoceremos el fallo de la corte. Ya nos han adelantado algo. Nada nuevo. Van a ratificar a Calderón. Por mi parte me siento muy decepcionada de todo lo que ha ocurrido. Que fue un procedimiento legal, lo ha sido en verdad, no digo que haya sido justo pero sí legal. No me queda duda de que en las urnas haya ganado el del PAN (de manera sucia, pero ganó), pero esa no es la piedra que duele en el zapato, sino el cómo los poderosos se unieron para sacar del juego a Obrador. ¿Eso es la democracia?, eso apunta más a una oligarquía. Esa es mi verdadera tristeza. La construcción de nuestra historia. Ìbamos regular con el giro del 2000, pero...

Aunque no he estado de acuerdo con Obrador en lo que ha dicho y realizado últimamente, si regresáramos el tiempo al 2 de julio, yo volvería a votar por él. Si bien sabemos que ahí estàn La Jornada y Proceso tomando postura, también lo es que casi todos los medios restantes apuntaron hacia Calderón. No hubo imparcialidad por ambas partes.

Creo que apartar la primera parte del proceso, el preelectoral, como si no hubiese existido, y manejar ùnicamente que ganó Calderòn, es faltar a la verdad. El proceso ya estaba podrido.

No justifico lo de Obrador, antes del proceso, en su ya famosa campaña de desprestigio, decían que era un peligro para la nación (còmo se atrevieron a meternos a todos en el mismo saco, el peligro era para sus propios intereses), lo apalearon como vil perro, y después de que está echando rabia, dicen a los demàs, miren como tenía razón, es un perro rabioso, esto era lo que nos iba a esperar con èl. Me pregunto qué pasa cuando a alguien mediocre le entregan el poder. Eso vamos a verlo muy pronto.

Algo curioso, los que antes de las votaciones ni se atrevieron a hablar de sus simpatías por tal o cual proyecto de partido político o candidato (a) porque estaban en juego sus intereses, ahora sì lo hacen hasta por los codos y con gusto rematan al perro rabioso: salieron más duros para castigar. Así es esto de la política. En el fondo todos somos unos animales políticos, unos más que otros por supuesto. Sólo espero que los azules no digan que esto es una democracia, ¡pobre ilusa!. Cómo me gustaría poder leer un libro de historia de Mèxico de 2100.