A la par de nuestra historia personal está la que estamos trazando como nación. Se puede contar una como si no existiese la otra, como si se viviese aislado. Sí, nadie puede ser culpado del querer crear paraísos o infiernos personales; pero en mi caso también es cierto que por más que intente circunscribirme a mi territorio, nunca puedo dejar de lado todo lo que sucede afuera, porque tarde o temprano estarán tocando a mi puerta las circunstancias. Soy yo y mis circunstancias, ya lo dijo Ortega, y luego Sartre escribiría acerca del compromiso...Pero sé que para algunos esto suena ya como retrógrado, vacío. No lo veo así.

Tan sólo el que suban a 5 pesos el pasaje, que el precio del gas esté por los cielos, son cosas que afectan los bolsillos personales, y no puedo ser indiferente ante esto si veo que mi sueldo ya no me alcanza para lo más elemental, mientras en la tele el presidente se da gusto comentando que estos son tiempos prósperos, me pregunto para quiénes lo son. Y hablar de todo ese cabildeo que hubo entre el partido en el poder/Gobierno Federal=candidato del Pan a la presidencia-previo arreglo con Azcárraga- con los serviles diputados y senadores del PAN y PRI, para que votaran a favor de la mentada Ley Televisa, a cambio de algo que ya estamos viendo y se fragua en la televisión abierta todos los días, no es sino hablar también de lo que nos afecta o afectará, directa o inderectamente, tarde o temprano (2006-2031), porque no hay plazo que no se cumpla.

No sé cómo nos ven tanto el gobierno como esos magnates de las empresas de telecomunicaciones, han de pensar que el ciudadano-televidente es como una hormiguita sin cerebro y por lo tanto sin memoria, que pasando las elecciones, pueda olvidarse, manipular o aplastar.

Lo que no vemos pero que finalmente nos afecta, el cómo se van moviendo esas fuerzas a favor de intereses particulares sobre los públicos o intereses de orden nacional sobre el mundial.

Tormentas están azotando, tormentas se avecinan, a la par que nuestra historia personal se funde en la corriente de los días.