Es el Talón de Aquiles de Obrador, defender a gente indefendible, como a Félix Salgado Macedonio, quien pese a las desestimadas denuncias de abusos sexuales en su contra, se logró imponer como candidato del partido Morena al gobierno de Guerrero. Si bien es cierto - en lo referente a legalidad- que nuestra Constitución señala en su artículo 20, en cuanto a los derechos de toda persona imputada, a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa; también lo es que en la práctica, en los delitos en contra de la libertad y la seguridad sexual, es la víctima quien tiene todo en su contra para que se configuren los elementos del delito, como la figura de la prescripción, pues muchas de ellas no pondrán denuncia por temor, y quizá para cuando se atrevan en los términos de la ley ya será demasiado tarde. En ciertos casos, para la víctima, la denuncia desestimada se puede volver en su contra, pueden incluso invertirse los papeles, y padecer encima el escarnio del que se presume inocente. Pero en el reino del derecho positivo todo esto no cuenta. Con la presunción de inocencia no hay "víctima".
Varias denuncias dicen algo en contra del imputado, quien legalmente se presume inocente pues no hay sentencia condenatoria. Con Salgado Macedonio está la percepción de que es un "violador". Están todos esos agravantes pesando sobre él, así como han pesado sobre muchos políticos tenebrosos del PAN y PRI -hay tantos nombres en sus partidos, Lydia Cacho nombra a un buen, que no sé cómo tienen el descaro de agarrar la bandera del "ya chole" de Obrador como estrategia política de reclamo, - y no ha pasado nada, bueno, casi nada, Marín está preso, pero así como a él, no debe existir la impunidad para los otros que siguen protegidos. Y si gente así llega a zafarse de un hecho delictivo por recovecos del derecho positivo, en delitos graves, como los que van en contra de la libertad y la seguridad sexual, no se debería tomar solo en cuenta esa presunción de inocencia como boleto de entrada para participar en su partido por una candidatura. Es difícil, lo sé, es la legalidad. Pero me pregunto, en un grupo cerrado, como lo es un comité de partido, dónde queda la ética en estos casos, dónde el honor y la justicia, no se deben perseguir intereses, ellos están ante la mira, sobre todo, de quienes votamos por los representantes de ese partido, y muchas somos mujeres, muchas, y vemos cómo se pasaron por el arco del triunfo las peticiones que se han realizado en estos días, de que alguien que ha sido denunciado varias veces por abuso sexual, no debería ser candidato, ni menos gobernador. Va entonces para candidato el señor, y qué pasa, le preguntan hoy en la Mañanera a Obrador sobre su postura sobre la campaña de Félix Salgado Macedonio, y dice, "ya Chole", aquí en México eso es como decir ya me mareaste, ya basta, ya cambia de tema. Claro que su respuesta es desafortunada, tan así, que la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en la presentación del Programa Nacional para la Igualdad entre Hombres y Mujeres de México, comentó que "es responsabilidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes y a las mejores prácticas para la prevención de la violencia de género en todos los ámbitos". Se ve que al comité del partido Morena no le cayó el veinte lo que se está jugando en estos momentos, por andar peleando sus cotas de poder, ven sólo que se quiere truncar una candidatura por politiquerías y no que se cuestiona algo legítimo y fundamental, como lo es el respeto a que las mujeres- y todos- vivan una vida libre de violencia.
No comments:
Post a Comment