Lavandas. 2019. Acrílico y bordado.

Es verano y hay que disfrutarlo. Comparto esta tela que pinté y bordé hace un par de meses. Me tardé algo en bordarla, pero  del proceso me gustó ir a las mercerías a buscar las madejas y ovillos; escoger los colores precisos, y armarme sobre todo de paciencia en cada puntada -normalmente, no la tengo, y por eso tengo que aplicarme más-, en este aspecto admiro y respeto tanto el trabajo que realizan las maestras bordadoras tanto de México como de otros países, y es que una puntada es un respiro. ¿Por qué lavandas? Hace un año fui al Máster de voleibol celebrado en Aguascalientes, y en la entrada del gimnasio había lavandas por doquier, me enamoré de ellas, del color salvia y de las demás tonalidades, y quise desde entonces bordarlas.