En la inauguración del III Foro de Comunicación, en  el marco de la Cumbre Iberoamericana , el Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, citó a Paz,  "No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino", y señaló al cerrar el discurso, que espera el destino de esta modernidad sea una bendición. Habló de la experiencia de la crisis en su país, que a dos años se ha logrado algo, que las reformas, y aquí, incluyó a Peña Nieto, no acarrean popularidad, pero que son necesarias para lograr beneficios para los ciudadanos, y de la importancia de los medios de comunicación, de ahí la nueva ley en materia de derechos de propiedad intelectual, en su país.Peña Nieto, citando nuevamente a Paz, en su discurso habló sobre la experiencia en México de la nueva era digital, todo lo ya visto en la dichosa reforma de telecomunicaciones.

Este foro, esta cumbre, está tan resguardada por elementos policíacos, de la marina, soldados, que a uno como mexicano, le gustaría que así nos resguardaran como ciudadanos, todos los días. Y ese resguardo no se debe por el crimen organizado, sino para que no haya la libre manifestación de los ciudadanos, no haya marchas por la seguridad, algo paradójico. Los políticos y los empresarios aliados, hablan para ellos mismos, de manera horizontal, y de arriba para abajo, para los demás. Hablan de reformas, que son impopulares porque barren con los derechos de los ciudadanos, los derechos laborales,sobre todo. Sí, aquí en América hay materia prima. gente joven en plena productividad, pero de qué instituciones hablan, ya lo dijo el Presidente de Uruguay, con respecto al Estado Mexicano, es un Estado fallido, ya lo dijo Vargas Llosa, es la Dictadura Perfecta, y lo estamos clamando muchos mexicanos que no hemos vivido sino una crisis de décadas ininterrumpida, suficiente experiencia para saber de lo que hablamos. Por lo que es tan obvio que el propósito de esta cumbre, para quienes la organizan, es amarrar sus intereses en Iberoamérica. Para ellos, que son impopulares -qué tragedia- será una bendición la modernidad si logran sus dichosas reformas, porque así perpetuarán sus negocios, para los demás, ¿por qué tiene que ser una maldición?, ellos hablan de que se logre un beneficio que irradiará a todos, de los nuevos paradigmas, de la tecnología, eso, desean sea el "bendito destino". Ante la grave ceguera de nuestros gobernantes, si la modernidad es un destino, entonces, el destino está por verse.