Visita relámpago a México. Gracias L, nos vencía ya el cansancio - y pensar que anduvimos por la Uruguay-.  Qué  pena con mi tía por ese recorrido de Chapultepec a la Tapo, al punto de inicio de la hora pico en bus por Reforma y en el metro desde Hidalgo; de milagro no se nos fue el camión. Pero la noche anterior, quedamos encantados de admirar el cielo desde el Monumento a la Revolución – lugar especial para L y V-, un aficionado a la astronomía nos permitió ver en su telescopio de corto alcance las estrellas de Orión, entretenimiento con hélices y flechas de luces, luego el paseo por Reforma y el Zócalo con todo y su pino con esferas de la Pepsi. Esta visita fue sobre todo para ellos, para que vayan construyendo su propio mosaico de imágenes de lo que es México.