Los problemas se han agolpado, aunque esto me genera estrés intento no desesperarme más de la cuenta, no queda más que resolverlos poco a poco. Me ha servido mucho jugar volibol. Los partidos son en la noche, por lo general a las diez, son mixtos, y como somos trabajadores no nos andamos por las ramas en la cancha. En los sábados, organizados por el Club Grey Ankara, hay partidos de cuartetas, mixtos también, que exigen más como cubrir espacios, protegerse de los remates - mi instinto de sobrevivencia ya me salvó de uno que hubiese partido mi feis-en mi caso aprender a acomodar en forma.

En casa no sé a veces ni por dónde comenzar, hay tanto por hacer que termino exhausta. Sobra decir que se me han dificultado las cosas en el terreno de la escritura porque no tengo computadora, así que mientras tanto he vuelto a la pluma y hoja de papel, pues la urgencia de escribir no espera. Pareciera que voy en retroceso pero siento que gano en ciertas cosas.