Es de locura un Estado violentado en todos los sentidos. Lo de los niños y adolescentes acribillados en Durango por narcos, es tan canallesco, tan de hienas, que es imposible que tales degenerados, fuera o dentro de la cárcel, puedan readaptarse. ¿Pena de muerte? Si en México se respetaran las leyes, si no hubiese corrupción, quizá fuese una alternativa. Es decepcionante ver cómo en el caso de la guardería ABC, nadie se asume como responsable, nadie entrega tan siquiera su puesto, los funcionarios públicos no rinden cuentas claras; en otros países ya les hubieran cortado la cabeza. Es igual de repugnante lo de los sacerdotes pederastas y la protección del Vaticano, como la red de pederastas y la protección de políticos (en mi opinión, los pederastas no se regeneran ni por obra del Espíritu Santo, tampoco ciertos políticos;bueno, conforme a los rígidos cánones del Antiguo Testamento, tendríamos ya otro Sodoma y Gomorra ).

Estado rebasado, descomposición social, partidos políticos que sólo les importa llevar agua para su molino y aprovechan al máximo estos tiempos críticos -sólo hay que ver qué iniciativas de reformas a leyes están presentando, y reírse de la celebración del Centenario de la Revolución Mexicana-.

Para no enloquecer y mejor embrutecerse, es de preguntarse qué le pasa a Memo, si necesitará pronta terapia, qué rayos está haciendo Emilio Larrosa con el guión de Fernando Gaitán, o lo de Ricky Martin, visitar su sitio, y estar más que de acuerdo con aquella nota que transcribe "Nuestras vidas empiezan a morir el día que callamos cosas que son verdaderamente importantes." M.L.K. Jr.