Cuando pienso en los nudos sin desatar, en aquello que no puedo poner remedio y está ahí dispuesto en la mesa retándome a que lo enfrente y supere, y no poseo la madurez para que nunca más me afecte y viceversa, me digo una y otra vez que tengo tiempo, pero éste corre cada vez más aprisa; cuando cometo alguna falta mi corazón está en suspenso, y alrededor giran el orgullo y la soberbia dictándome cosas al oído que nadie más escuchará, siento como si el tiempo también se suspendiera-concediéndome una tregua para enmendar-, pero es simple espejismo, pues imparcial e implacable éste continúa; y es de asombrarme cómo el tiempo en este instante, cuando pienso en esa gente que amo y depende de mí y yo de ella en muchos aspectos, y sé que en esta historia y en este mundo que me toca vivir hay de todo un poco, que doblando cierto recodo las cosas ya no son igual, que tengo que mirar hacia delante, algo asustada por la corriente, pero tratando siempre de luchar contra esa fuerza inexorable, está latiendo en mi sien y en la de la Historia. Adiós 2009; venga 2010.
No comments:
Post a Comment