El 15 pegué el grito por otras razones. M. me está sacando canas verdes. Mejor, esa noche me fui a dormir temprano, y ahí dejé el pozole y todo preparado. Lo cierto es que el jueves una compañera me enteró de una nota indignante. Y ocurrió no tan lejos de donde vivimos. Una madre, una niña, un hormiguero. ¡No!, son de esas cosas que me revuelven. Me acordé de una escena familiar de Días de Radio, de Allen, donde una madre corrige a su hijo, y después, tras escuchar una trágica noticia por la radio de un niño que se fue al pozo, lo abraza tan fuerte para no perderlo. Tengo que aprender a contar más de diez o imaginar una escena de un musical.