Ante un acto terrorista como éste que ocurrió en Morelia, que sin dudar marca un precedente, no hay marcha atrás. El único problema es que a estas alturas del partido esas empresas cobardes, armadas hasta los dientes, secundadas por infiltrados en los gobiernos, que buscan a gente de todos los perfiles, están más organizadas que la sociedad civil "no contaminada aún", la cual está dividida por tantas causas. Esos grupos son como enredaderas que crecen entre los árboles, y terminan por asfixiarlos. Cómo la población civil tendrá que enfrentar este tipo de actos si los gobiernos son inútiles, cómo organizarse sin estar armados, cuál entonces serían las armas ante estos grupos. Nos hace falta furia ante tipo de situaciones, y encauzarla como se debe. Furia encauzada.