Touchée. Últimamente me desespera no poder concentrarme al cien por ciento. ¿Es perder el tiempo sentir esto?, no lo sé...sí, para qué engañarme, sí que lo es...aunque también toda experiencia sirve como punto de partida para crear y bajo ese argumento es aprovecharlo al máximo, sin respiros, ¡qué locura! Como sea, el asunto es que escribí la historia en dos madrugadas, y ahora con los desvelos tengo la sensación de estar encerrada en una botella y sintiendo esto que opaca y a la vez magnifica mi alegría de escribir.

Bien. Es un borrador de cuento como de dos cuartillas. La historia es en sí poderosa, cuando me la contó D., simplemente lo sentí y se lo dije, voy a escribirla, y D., al igual que Tweenky, nomás sonrió. Creo a veces que me toma a lurias, y es que aunque nos contamos nuestros proyectos, decir que voy a escribir una historia, en términos de "productividad" para D., ha de sonarle tan absurdo. Lo entiendo. V. me ha dicho, que en su opinión el ponerse a tejer situaciones y escribirlas es simplemente una pérdida de tiempo, algo no redituable y creo que hasta me compadece por ello. Todo es tan relativo, porque para mí, hacer lo que hacen otras mujeres, otros hombres, es también una pérdida de tiempo; una carga. Por eso me pesan tanto algunas obligaciones, incluso algunos rituales, pues siento que me distraen de lo que quiero hacer. Pero vuelvo a la historia, la verdad es que me da miedo echarla a perder. No quiero embarrar el texto con un espeso discurso psicológico, aunque sí dejar ciertas cosas para darle peso al personaje.

Si de algo han servido estos días es que he tenido las mañanas como colchón, aunque claro, JC y M., se han levantado temprano y no les parece bien ver a su madre tendida aún en la cama, y mucho menos despertarse en la madrugada y escuchar ese ruidito molesto del ya inestable sistema de mi pc.