Hoy es el cierre de campaña de los candidatos a puestos de elección popular: alcaldes y diputados locales. No he podido escribir en este blog con la frecuencia que quisiera, pero trataré de registrar algunas impresiones; meras opiniones de una ciudadana.

Hace unas semanas, en el programa "El Molcajete", del canal del gobierno, invitaron a los candidatos por la alcaldía de Xalapa. Sólo se presentaron tres: Cinthya Lobato por el PAN, Atanasio por el PRD y José Antonio Salazar por el Partido Revolucionario Veracruzano, quienes presentaron sus cartas credenciales. Ya desde la primera imagen fue muy significativa la ausencia de David Velasco Chedrahui, el candidato por el PRI. El programa lo hicieron desde el Crown Plaza. Fue entretenido; mérito del conductor, Juan Antonio. La dinámica fue sencilla y es de todos conocida, que el invitado pase a la cocina y prepare un platillo mientras responde a preguntas del conductor y teleauditorio.

¿Algunas preguntas interesantes? A Cinthya le preguntaron respecto al brusco viraje de Convergencia al PAN, y si no se había vendido al gobierno. Negó esto último y del viraje dijo algo que no me convenció, que en su momento ella había convocado a la unidad para resolver los graves problemas de Xalapa, no importando el color del partido. Ante la cuestión de cómo afrontaba toda la crítica y presiones políticas, Lobato respondió que ya había trabajado con su ego. Es innegable que Cinthya ya ha hecho callo en esto de la política, no es de cuna humilde, y aunque la franqueza pueda ser una virtud se le ha escuchado a veces cada opinión desatinada, falta de sensibilidad social; en la mayoría de los casos los políticos por conveniencia se cambian a otro partido traicionando la ideología del partido al que abandonan, pero independientemente de que hubiese sido por conveniencia, esta decisión de cambiarse de partido quizá fue lo mejor para ella, quizá en el PAN sea más coherente sin desestimar su aprendizaje en el anterior partido, las tablas que adquirió al lado de gente valiosa. Me cae bien la Lobato, pero defintivamente nunca he comulgado ni comulgaré con la ideología del PAN.

Por su parte, a Atanasio, el profesor, le preguntaron sobre cómo fue el procedimiento interno de selección como candidato de su partido; salió con aquello de que fue electo por unanimidad, y al por qué permitían que vinieran de otros Estados a criticarles las cuestiones internas de su partido, no entendí su respuesta. Las propuestas de Atanasio son buenas, pero no puedo evitar mirarlo con recelo, hay quien ha atestiguado que no es humilde ante los humildes de clase en espacios públicos cerrados ni respetuoso con la dignidad de algunas mujeres.

A Salazar se le preguntó el por qué saltó de periodista a la carrera política, respondiendo que como ciudadano también tiene una responsabilidad social.

En las posteriores rondas expusieron algunas propuestas. Me llamó la atención una de Salazar: establecer una ensambladora de computadoras en la colonia Revolución. Obvio que el conductor le preguntó con qué dinero, y Salazar habló algo de préstamos. También dijo de un hospital municipal, que las empresas que se establecieran en Veracruz tuvieran comedores para los trabajadores y que no les obstruyeran su sindicalización. No sé, hay algo en Salazar que me hace desconfiar. Me explico, sus propuestas son de sentido social, algunas buenas, pero por ejemplo, escuché en el debate del IEV que propondría la creación de guarderías gratuitas para las madres trabajadores. Para Lobato fue muy fácil desarmarlo, al señalar que éstas, aunque no gratuitas, ya existen. Y la verdad es que en esta vida algunas cosas valen y otras cuestan, y el cuidar niños vale y eso debe costar algo, con todas las penurias que en uno implique.

Claro que entre corte y corte saltaba la pregunta:¿por qué no había asistido Velasco? No fue sino hasta la lectura de una llamada telefónica que se cuestionó al aire esto, aclarando el conductor que se había invitado a todos los candidatos, pero que el candidato del PRI había llamado para excusarse: por asuntos de agenda no podía presentarse.

En el debate organizado por el Instituto Electoral Veracruzano, se volvió a repetir la situación, acudieron los mismos candidatos, y aunque se veían algo nerviosos y acartonados por la mecánica, ya tenían la experiencia de haber desarrollado sus propuestas en un programa televisivo. Sólo lo vi un rato, y es que si falta un candidato que es precisamente el que está a la cabeza de popularidad, el debate pierde sentido, es además una falta de respeto, para qué pierden el tiempo los otros candidatos, y uno en escucharlos, si no hay confrontación, si no hay debate. Y la pregunta continuó en el aire, ¿Por qué no asistió? Pero aquí no estamos ante el caso de Obrador, de su soberbia al no haber asistido al primer debate; no, aquí, estamos ante un caso muy distinto: el de insuficiencia. Su misma gente reconoce la insuficiencia. Qué tenía que hacer Velasco Chedrahui ante la trayectoria de los otros candidatos, por poca o mucha que tengan estos, es aplastante en comparación a la de él, y ningún consejero iba a estar a su lado para auxiliarlo. Su rostro no iba a hablar por él. Porque eso sí, nadie puede negar que es muy atractivo -riendo, serio, de frente, de tres cuartos, de cuerpo entero y medio, con camisa blanca, roja, (yo prefiero la blanca) y para darnos gusto deja desabrochado el primer botón- , tiene un aire a Alec Baldwin en sus mejores tiempos, y bueno, han explotado al máximo esto que me apantalló su publicidad una vez que fui a Plaza Cristal, en la entrada del cine, y esos espectaculares de lujo. Pero ante todo no hay que perder de vista que le faltan los elementos primordiales: verbo, elocuencia, talacha de partido, sensibilidad social... El contravalor preciado aquí que destruye todo fin de partido y produce apatía en la ciudadanía a la hora de votar, es el dinero. El dinero y la incontrolable ansia de los partidos por conseguir el poder a toda costa. De esa manera no está uno sino a merced de estos. La votación será este próximo 2 de septiembre. ¿Por quién votaré?