Cuando era un peque, mi primo L., a quien le gustaba ya eso de explorar mundo, se escabulló por la ventana del tercer piso, y en el alféizar, contemplando el vacío, acuñó una frase que ha quedado registrada en nuestra memoria familiar: "¡Caigo: mato!"
La de Zhenli Ye Gon, quedará inscrita en nuestro libro de historia: ''¡Coopera o cuello!''
No comments:
Post a Comment