Saturday, March 24, 2007

El jueves, llevamos a JC a urgencias. Una joven doctora lo atendió, hizo preguntas, respondí a ellas, y dio su diagnóstico que más tarde informó al doctor a mando, y como si yo no estuviera ahí, le dijo que la madre no quería aceptar que su hijo tuviera eso. El procedimiento: nebulizaciones.
¿Habrá palabra que me crispe más los nervios?, no la escribo porque de solo pensarla se me figura ya escuchar violines desafinados, y con eso tengo suficiente; bueno, en realidad hay palabras que asesinan, que matan poco a poco o de tajo toda esperanza. Ésas son las peores.
La doctora esperaba con impaciencia a que el reloj diera la una de la mañana. Hora de su salida. Antes de eso, me entregó un jarabe y una suspensión en aerosol que espero no utilizar. Madame estuvo mientras tanto con Juan. Escuché sus gritos. Tampoco es paciente. ¿A quién lo habrá sacado esta niña?, Juan diría en este caso que a alguien de mi familia, y yo a mi vez que a alguien de la suya.
En la mañana del viernes me costó trabajo levantarme. No he respondido al correo de mi tía, no he escrito en mi cuaderno rojo, y aun ahora al actualizar esto siento pesadez.
Muchas gracias Isa, por el aceite de tiburón. Trataré de seguir tus instrucciones y las del alto mando. Ayer no le di la cucharada a JC, porque tenía fiebre. Espero registrar los efectos.
¡Ah!, no olvido anotar que la doctora de la consulta me dijo que no podía darme una opinión respecto a este aceite pues no era una medicina. Postura respetable. En el sentido de ética=a ponerte la camiseta= a cuadratura.OK.

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Tomado de: La Jornada, 24 de septiembre de 2024. https://www.jornada.com.mx/2024/09/24/opinion/015a2pol   Ayotzinapa: 10 años sin verdad y ...